jueves, 4 de julio de 2013

Repetimos lugar, residencia de alumnos del colegio-seminario menor de San Luis

Después de la buena acogida que ha tenido el blog en su primera entrada con 106 visitas, llega la segunda entrada y también segunda parte, ya que se trata de una continuación de la primera entrada con más fotos del mismo lugar, aunque realizadas anteriormente.

Ésta visita a la residencia de alumnos se realizó a finales del mes de Octubre del año 2011, cuando apenas comenzaba a visitar lugares abandonados. En esta ocasión recuerdo que la visita fue bastante más larga y profunda, exploramos todos los rincones del edificio piso por piso. A diferencia de la última visita (primera entrada del blog) el edificio se encontraba en un mejor estado de conservación, por lo menos no había agujeros que atravesaban la mayoría de habitaciones.

Aquí podemos ver la puerta principal de entrada al edificio desde dentro, por la que era prácticamente imposible acceder a él, como suele ocurrir en la mayoría de lugares abandonados.



La cocina, donde se encuentra todo destrozado, únicamente queda este gran extractor en el techo, lo que no deja ninguna duda de que aquí realizaban la comida para todos los alumnos que internaban en la residencia.



Estos muebles se encontraban cerca de la cocina, por la planta baja, aunque supongo que los hayan movido de su sitio de origen, cuando todavía funcionaba la residencia.


Subimos a la primera planta, aquí vemos el pasillo lleno de muebles, colocados por cualquier parte y las puertas rotas.


Ninguna de las ventanas tenía cristales pero eran bastante alargadas y con vistas al colegio y a su patio.


No entiendo mucho de esto, pero tiene pinta de mini tocadiscos o algo así.


Seguimos subiendo, aquí encontramos váteres a lo largo de todo el pasillo, muestra del vandalismo que ha sufrido ésta residencia de alumnos a lo largo de sus años de abandono.


En algunas habitaciones han recopilado todos los colchones que quedaban en la residencia.



Último pasillo y el más oscuro de todos, había varias puertas cerradas y no dejaban pasar la luz.
A lo largo de éste pasillo se encontraban varios cristales apoyados en la pared.


Esta puerta era una de las que no se podían abrir, pero tenia pinta de baño/vestuario, ya que al lado de esta puerta había otra igual pero con otro apodo escrito en el letrero de la puerta, como queriendo distinguir entre hombres y mujeres.



Esta fue la imagen que más me impactó en todo el edificio, un colchón que se encontraba muy bien colocado en una esquina de la habitación, al lado de la ventana y con la almohada recta, como si alguien pasara ahí las noches normalmente.


Y llegamos al final de esta segunda entrada de mi blog con una foto de la residencia vista desde afuera.


Espero que os haya gustado, y para la próxima ya tengo un edificio distinto a éste que ya toca.
Gracias.

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